sábado, 4 de mayo de 2024

Conversaciones con Nieve Andrea en el 2003
























(Zaragoza. Ebro.Puente de Piedra)




      De tu última carta hay un montón de temas para hablar. Tomaré uno: la dixlexia, y enlazaré con uno de los autores que me interesan, Jean Piaget.

      Dislexia y dislalia eran consecuencia de un aprendizaje precoz de la lectura y escritura en los niños de generaciones anteriores.

     Afortunadamente la educación siguió las pautas indicadas por Jean Piaget, psicólogo suizo que nos regaló sus conocimientos sobre el desarrollo de la inteligencia en los niños. Nació en 1896 en Neuchatel (Suiza) y escribió y publicó su primer trabajo científico cuando solo tenía diez años. Piaget distingue cuatro etapas en el desarrollo intelectual del niño.

      Desde el nacimiento a los dos años (control motor y conocimiento de los objetos del mundo físico, pero sin formar símbolos de estos objetos). De los dos a los siete, adquiere habilidades verbales y empieza a elaborar símbolos de los objetos que ya puede nombrar. En esta etapa ignora el rigor de las operaciones lógicas. De los siete a los doce años ya será capaz de manejar conceptos abstractos y de establecer relaciones. El niño trabajará con eficacia siguiendo las operaciones lógicas, siempre que lo haga con símbolos referidos a objetos concretos y no abstractos. De los doce a los quince desarrolla la etapa operacional formal, si es que alcanza esta etapa, porque según Piaget, no toda la población llega a este nivel, y operará lógica y sistemáticamente con símbolos abstractos, sin una correlación directa con los objetos del mundo físico.

     Podríamos decir que este sería el "formateado" perfecto para que todo el mundo pudiera desarrollar su personalidad. Un espacio suficiente donde nadie tuviera que renunciar a nada, donde no se supeditase lo individual a lo colectivo, o al revés, como hasta ahora viene ocurriendo.

     ¿Cómo lo ves?





viernes, 3 de mayo de 2024

13 - EN TANGO







EL CONTRATIEMPO
Abrazar dos momentos y que parezcan uno.


EL CONTRAPASO
Contemplar el pasado y seguir con el ritmo que marca tu presente.


EL RITMO
El ritmo de la naturaleza nos descubre que el presente lo es todo,
aunque en algunos compases parezca que la vida  se "marchita"

Se marchita la flor
para que nazca el fruto.











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jueves, 2 de mayo de 2024

12 - MI DICCIONARIO








Oscuridad

            La noche. Podemos conjurar ese miedo a la oscuridad. Si pasamos el miedo con ella (ella, la oscuridad, también se teme a sí misma) le daremos la vuelta al sueño y la vigilia “nos soñará” que llega el día.

Cumplir
           
            El término “cumplir” suena de distinta manera según lo que queramos expresar. Puede indicar que un ciclo finaliza y comienza uno nuevo. Se dice “he cumplido” cuando conseguimos salir del paso con una cierta dignidad. Pero cuando la palabra se llena de contenido es cuando estamos a la recíproca (he ahí la base de la convivencia).

Terminar

            No es lo mismo terminar que desaparecer, pero en ambos casos estamos dando paso a una nueva etapa. La línea del horizonte dibuja el final de nuestra visión. Si sabemos mirar veremos que realmente no hay final. Lo único que desaparece es la ignorancia.

Morir

            La palabra “morir” también tiene sus distintos sonidos y es interesante escucharlos todos para oír completa la sinfonía de la vida. El final del día nos anuncia la noche. El sueño (Hipnos) recrea la vigilia. Su hermano Tánatos (la muerte) subraya la vida.

La Música

            En la personal partitura de cada un@ se combinan blanco y negro. Si ocupamos el lugar del otro los colores se invierten. Si leemos haciéndole la segunda voz a la naturaleza oiremos cómo el ritmo marca final y comienzo en la misma secuencia.


La Vida
           
            La vida es un interesante “juego de niños” cuyas reglas no admiten que dispongamos de los demás como si fueran juguetes nuestros.



miércoles, 1 de mayo de 2024

11 - INCERTIDUMBRE



(Imitando a Jorge Wagensberg)






INCERTIDUMBRE

Es el instante
en el que no sabemos
 si podremos recuperar un equilibrio
que supuestamente vamos a perder
por algo que nos parece que quiere incorporarse.